lunes, 4 de marzo de 2013

Renacimiento Pechakucha

El Renacimiento se desarrolló en Italia entre los siglos XIV y XVI que estaban considerados también los siglos de oro y se fue difundiendo entre otros países europeos. El Renacimiento no llegó a afianzarse plenamente en España hasta los reinados de Carlos I y Felipe II.

Fue un amplio movimiento cultural en los campos de arte, literatura, ciencia y sobretodo en la religión. Es fruto del humanismo, vuelve a las ideas clásicas y a sus elementos. Hay que destacar el cambio que hubo desde el teocentrismo al antropocentrismo.

En España, el siglo XVI estaba marcado por la estabilidad política, la paz interior, salvo algún disturbio localizado y la abundancia de oro y plata proveniente de América. Fue entonces cuando al reino español nunca se le ponía el sol ya que tenían colonias en todo el mundo.

En el siglo XVI se produjo en Europa un movimiento de renovación espiritual entre cuyas manifestaciones se incluye la Reforma, que dio lugar al protestantismo.

El protestantismo proviene del término protestante que fue un amplio movimiento cultural iniciado por Martín Lutero que protestaban contra la Biblia como única autoridad en materia de fe para la iglesia.

Martín Lutero fue un fraile y teólogo alemán que expuso sus 95 tesis en la que cuestionaba el alcance de las indulgencias papales y exhortaba a la iglesia a retornar a las enseñanzas de la Biblia.

La imprenta, que se inventó durante el Renacimiento por cortesía de Johan Gutemberg, fue la forma de propagar por Alemania y el resto de Europa las tesis de Lutero que originaron la Reforma protestante.

La nueva devoción surgió entre sectores minoritarios cultos y urbanos, influidos por el humanismo y cristalizó en diferentes tendencias cristianas heterodoxas como el iluminismo o el protestantismo que compartían la religiosidad interior y la libre interpretación de la Biblia.

En España las ideas que tuvieron más repercusión fueron las de Erasmo de Rotterdam, quien defendía una religiosidad interior, la reforma del clero y el regreso a la Biblia, pero sin cuestionar la autoridad de la Iglesia.

La iglesia católica para reaccionar contra la Reforma, hizo la Contrarreforma y convocó el Concilio de Trento en 1545, que fijó los principios del catolicismo y las medidas de renovación.

La sociedad se vio impregnada del miedo y lo sagrado y a causa de ello se empezaron a extender las creencias que confundían lo religioso y lo mágico como los demonios, las brujas, los milagros, etc.

Otro valor que surgió fue la limpieza de la sangre, que consistía en no haber descendido de los judíos o de los musulmanes. Los conversos fueron rechazados y discriminados en la obtención de dignidades y oficios. 

La cultura en el Renacimiento se vio afectada ya que hubo una transformación en la concepción del ser humano y sus relaciones con Dios y la naturaleza. Que el hombre era el centro del mundo y estaba dotado de libertad, dignidad y capacidad de decidir sobre sí mismo. Esto se llama el antropocentrismo.

El humanismo fue una corriente del pensamiento sustentada por los estudios humanísticos, que imponían el aprendizaje del latín clásico, lo que permitió a la sociedad a tener acceso directo a las obras de la Antigüedad.

La lectura de los autores antiguos llevó, en la creación poética, a su imitación, entendida como conocimiento de textos diversos y recreación personal. En las obras los temas que predominaban era la naturaleza y el placer y en ellos se exaltaba la visión optimista y confiada del mundo.

Los humanistas fueron muy apreciados porque participaban activamente en el desarrollo de la vida urbana; educaron a nobles y burgueses, desempeñaron grandes cargos, participaron en la vida política y económica de las ciudades y disfrutaron de la protección de los poderosos.

En España, el Humanismo cobró importancia a fines del siglo XV. A principios del siglo XVI destaca la labor del Cardenal Cisneros, impulsor de reformas culturales y espirituales, que promovió la edición de la Biblia políglota complutense en los idiomas más importantes y fundó la Universidad de Alcalá de Henares.

Cabe mencionar que junto el humanismo se reivindicaron y estudiaron la lengua nacional. El español se impuso en la literatura y la ciencia. Se produjo un resurgir del ideal caballeresco fusionado en este caso con la cultura.

La política imperial de Carlos I, que llevó a sus servidores a tierras italianas, favoreció la aparición del ideal del cortesano; el poeta que participa en campañas militares y misiones diplomáticas.

Mi conclusión sobre el Renacimiento es que fue un movimiento muy positivo para la sociedad y además proviniendo de la Edad Media que fue todo lo contrario, donde el centro del mundo era Dios en vez de los humanos. En definitiva, el Renacimiento fue el resurgir de los ideales positivos con grandes descubrimientos e invenciones como la imprenta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario